Uno de los rasgos más distintivos de la
cultura china es su sistema de escritura, de origen
logografico, similar en este sentido a los sistemas maya y egipcio. La escritura china consta de miles de símbolos, llamados caracteres, en chino hànzì(漢字 / 汉字), que se han utilizado durante al menos tres mil años como forma escrita de la
lengua china. El sistema de escritura chino fue adoptado también por otras lenguas asiáticas, en particular el
japonés, el
coreano y el
vietnamita. Estas dos últimas abandonaron casi por completo el uso de caracteres durante la segunda mitad del
siglo XX, mientras que en Japón se continúan utilizando los caracteres, allí denominados
kanji (漢字).
La tradición china atribuye la invención de los caracteres chinos al personaje legendario
Cang Jie, ministro del mítico
Emperador Amarillo (Huang Di), quien habría inventado los caracteres inspirándose en las huellas de los pájaros.
Existen otras leyendas menos difundidas sobre el origen de los caracteres. Una de ellas, recogida en el
Laozi sitúa el origen de los caracteres en un sistema de nudos en cuerdas. Otra leyenda señala a los ocho trigramas del
Yijing, inventados por el sabio legendario
Fu Xi, como precursores de los caracteres.
Los caracteres más antiguos son pictogramas, esto es, dibujos del concepto que representan. Por ejemplo:
El primer carácter, pronunciado rén en
mandarín moderno, significa "persona", y procede del dibujo de un perfil humano. Este carácter es una auténtica palabra monosilábica y se utiliza en chino moderno. El segundo ejemplo, pronunciado mù, significaba "árbol" en la antigüedad, y representa, de manera estilizada, el tronco, la copa y las raíces del árbol. En chino moderno, este carácter ha pasado a significar "madera", mientras que árbol se dice shù (樹 /树).
El segundo tipo de caracteres son los llamados ideogramas. En estos casos los pictogramas se combinan para sugerir ideas por asociación. Por ejemplo:
Estos dos ideogramas se basan en los pictogramas anteriores. El primero, pronunciado qiú, significa "prisionero", significado sugerido por la imagen de una persona encerrada. En chino moderno, la palabra normal para decir prisionero es qiúfàn (囚犯), forma bisílaba que aún contiene este carácter.
El segundo carácter de la imagen significa "bosque", idea sugerida por la repetición del árbol. En este caso, el chino moderno también ha acabado dándonos una forma bisílaba: La palabra actual es sēnlín (森林), donde aparece también otro ideograma similar con tres árboles.
El tercer tipo de caracteres lo constituyen los logogramas. Este tipo abarca la inmensa mayoría de los caracteres chinos actuales. Consiste en la modificación de otro carácter con el que comparte pronunciación añadiéndole otro componente que lo distingue. El componente añadido es a menudo uno de los llamados
radicales, que aporta una idea semántica respecto al tipo de significado representado por el nuevo carácter. Veamos dos ejemplos:
Estos dos logogramas están basados en los ideogramas anteriores, pero corresponden a palabras totalmente diferentes. En ambos caracteres se aprecian tres trazos a la izquierda. Estos trazos son conocidos como "tres gotas de agua", o "radical del agua", y proceden del pictograma que significa agua. Los caracteres que tienen estas tres gotas de agua suelen tener un significado relacionado con el agua o los líquidos. El primero, pronunciado qiú, se basa en el ideograma qiú por el mero hecho de que tiene la misma pronunciación. Su significado clásico es "nadar" y se utiliza poco en chino moderno. Una palabra con este carácter es qiúdù (泅渡, "cruzar a nado"). El segundo carácter se pronuncia lín, y es por esa coincidencia fonética por la que se basa en el carácter del bosque. Las tres gotas de agua nos indican que se trata, sin embargo, de un término relacionado con el agua. Su significado es "empapar". En chino moderno se puede utilizar como verbo monosílabo, o en algunas combinaciones bisílabas, como en la palabra línyù (淋浴, "ducha").